Vista de lado, el aguijón envenenado, sublimado en forma de círculo,
remite a la tragedia de la defensa y la agresión:
valiente, mortífera, suicida.
La serpiente que se muerde la cola.
La vista frontal que se encuentra debajo muestra el otro lado,
el travieso, que con sus ojitos de manzana
mira a través de las pinzas y no quiere más que jugar, ¿o no?